lunes, 13 de abril de 2009

Gana el cliente, gana la agencia y gana el consultor

Está claro que contar con un equipo de profesionales formados que desempeñen sus funciones correctamente y genere resultados es fundamental para el buen funcionamiento y la rentabilidad de una empresa.

No obstante, algo indiscutible y valor añadido que redunda tanto en la rentabilidad del cliente como en el de la empresa es la aptitud de los mismos, y la dedicación exclusiva de estos para con el cliente.

Hoy en día, cuando las grandes empresas se caracterizan por ser muy impersonales, la dedicación exclusiva para con el cliente de cada uno de los consultores es un factor indispensable para que el cliente se sienta satisfecho y no se sienta abandonado.

Por lo general, la atención personalizada, suele darse mayormente en empresas pequeñas, empresas, en las que los consultores llevan menos cuentas por persona y la implicación y dedicación por cuenta en mayor.

Todo esto, contribuye a que el contacto del consultor y cliente sea más frecuente y a que el cliente se sienta más seguro, más atendido, asesorado, favoreciéndose la comunicación entre ambos. El cliente gana, la agencia de comunicación gana, gana la fidelidad del cliente y el boca-oreja, y como no, el consultor gana, gana el reto diario de conseguir apariciones para sus clientes, gana el reto diario de conseguir las mejores apariciones para su cliente, gana poder trabajar exclusivamente por y para su cliente, sabiendo que en otras empresas más grandes sería imposible hacerlo.

1 comentario:

  1. Esto es obvio, pero no creo que suceda solo con las agencias de comunicación, creo que sucede con todas las empresas de servicios por lo general. Cuando una empresa, como una multinacional, tiene clientes, el servicio al cliente no es tan personalizado ni mucho menos como lo es en una empresa más reducida. La implicación es mayor, y el trato es más directo con el cliente, el consultor como comentais conoce más al cliente, y en otras empresas más pequeñas sucede lo mismo. No es lo mismo tener a tu cargo diez clientes, que tener a dos, ni tampoco el punto al que llegas a conocer el negocio. Yo estuve trabajando también en una empresa en la que tampoco éramos muchos, y desde luego, aunque ahora estoy en una multinacional, no es lo mismo, el trato con el cliente y el seguimiento no es el mismo. Y los resultados, tenemos, pero no vamos a por más. tenemos un tope y ya, sin embargo en la otra, no teníamos límite. Me he sentido muy identificado con vuestro artículo porque me he acordado de cuando estaba trabajando en mi otra empresa. El caso es que ya sea en agencias, o en cualquier empresas de servicios, esto sucede siempre, y en parte, es normal.

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