miércoles, 17 de junio de 2009

Algunas claves para ser un buen comunicador

Para ser un buen comunicador es preciso tener claro el mensaje que queremos transmitir y controlar no solo la comunicación verbal sino también la no verbal, es decir, lo que se transmite más allá de las palabras. En la comunicación no verbal, influyen mucho, aspectos posturales del comunicador como los gestos, el tono, volumen y ritmo de voz, la distancia a la que se encuentra del interlocutor, etc.
Que el portavoz tenga controlados estos aspectos, la comunicación verbal y no verbal es muy importante a la hora de lanzar un "mensaje" o de realizar cualquier tipo de aparición ante los medios, dado que de ello dependerá la imagen que estos y la audiencia tengan de este y de la empresa a la que representa.
La comunicación verbal, va relacionanada no solo con la capacidad de expresión del portavoz, sino también con el tipo de vocabulario que este utilice, valor añadido esencial que nos ayudará a la hora de comunicarnos o de realizar una entrevista con los medios. No es bueno ni pecar de pedagógico o de erudito a la hora de hablar o de expresarse por ejemplo en una rueda de prensa, ni tampoco de inculto o de analfabeto. Junto a la comunicación verbal se encuentra la capacidad de la persuasión, capacidad que no todos poseen, pero que se puede desarrollar, y que es muy importante para todo comunicador, dado que depende de cómo se utilice, pude ser muy valiosa dado que puede influir y persuadir de manera que podamos posicionar nuestro mensaje.
Por otro lado, el portavoz de una empresa, a la hora de ser entrevistado, debe tener en cuenta, como apuntaba antes, que la comunicación verbal y no verbal son igual de importantes. Si controlamos la comunicación verbal, pero no controlamos la no verbal, es decir, nuestros gestos, podemos estar contradiciendo nuestro mensaje y por tanto siendo incoherentes con el mismo.
Vease, o mejor dicho, imaginémosnos a un mismo presidente del Gobierno, diciendo que está tranquilísimo cuando hay una gran alarma por pandemia de una enfermedad desconocida en un país (caso inventado), posicionando o centrando su discurso en que "todo está bajo cntrol" y mientras comunica estas palabras cayéndole el sudor por la frente, temblándole el pulso, mordiéndose las uñas, no mirando a los ojos, tartamudeando como nunca lo había hecho, etc. Es un caso llevado a los límites más insospechados, está claro que esto jamás pasaría porque los presidentes de cualquier país tienen a sus propios asesores de comunicación, pero creo que os a podido servir como ejemplo de cómo la comunicación verbal puede ser anulada en segundos por la comunicación no verbal.

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